El juego es mucho más que una simple diversión para los niños. Es una herramienta fundamental para su desarrollo cognitivo, social y emocional.
El juego es mucho más que una simple diversión para los niños. Es una herramienta fundamental para su desarrollo cognitivo, social y emocional. A través del juego, los niños exploran el mundo que les rodea, aprenden a relacionarse con otros y en edad preescolar comienzan a cimentar las bases de lo que será su personalidad por medio del desarrollo de habilidades sociales, construyendo así su propia identidad.
Así mismo el juego nos sirve como herramienta de aprendizaje abonando a las siguientes áreas:
Desarrollo cognitivo: Estimula la resolución de problemas, la toma de decisiones y el pensamiento divergente por medio de la creatividad y la imaginación.
Desarrollo social y emocional: Destaca cómo el juego fomenta la interacción, la cooperación, la empatía y la autoestima.
Desarrollo físico: el juego promueve la coordinación, el equilibrio y la fuerza.
A continuación, se explican brevemente los tipos de juego que pueden realizar nuestros pequeños según su etapa de desarrollo y sus habilidades.
- Juego simbólico: Es aquel en el que los niños utilizan objetos o acciones para representar algo diferente a lo que son en realidad. Por ejemplo, una caja puede convertirse en un barco pirata, una escoba en un caballo o una manta en una cueva. A través de este juego, los pequeños exploran el mundo que los rodea, asimilan experiencias y desarrollan habilidades fundamentales para su crecimiento. Fomenta la imaginación y la comprensión del mundo, este tipo de juego es clave para desarrollar el lenguaje y las habilidades sociales.
- Juego constructivo: Es aquel en el que los niños manipulan objetos con la finalidad de construir algo. Pueden utilizar bloques, legos, plastilina, cajas de cartón, o cualquier otro material que tengan a su alcance. A través de esta actividad, los pequeños aprenden a planear antes de construir, los niños suelen tener una idea de lo que quieren crear, lo que les ayuda a desarrollar habilidades de planificación. Al mismo tiempo aprenden a resolver problemas, si una construcción no sale como esperaban, los niños deben encontrar soluciones para modificarla y lograr el resultado deseado. Experimentan al probar diferentes formas de construir, aprenden sobre las propiedades de los materiales y cómo interactúan entre sí expresando su creatividad y dan vida a sus ideas.
- Juego de reglas: es fundamental en el desarrollo infantil, ya que les enseña a los niños a seguir normas, a cooperar con otros y a entender las consecuencias de sus acciones. Estos juegos son en los que los participantes deben seguir un conjunto de normas establecidas para poder jugar. Estas reglas pueden ser sencillas o complejas, y pueden variar según el juego. Ejemplos comunes son los juegos de mesa, los deportes y los juegos de cartas. Dentro de los beneficios en estos juegos se encuentran el desarrollo social el cual fomenta la interacción social, la cooperación, la negociación y el respeto por los demás. Desarrollo cognitivo en donde los niños desarrollan habilidades como la planificación, la resolución de problemas, la toma de decisiones y la comprensión de conceptos abstractos como el tiempo y el espacio. Gracias al desarrollo emocional se les enseña a ganar y perder, a tolerar la frustración y a controlar sus impulsos. El desarrollo moral fomenta el respeto por las normas y las reglas, la justicia y la equidad.
- Juego libre: Permite a los niños explorar y descubrir por sí mismos, es un aspecto fundamental en el desarrollo infantil y a menudo se pasa por alto en medio de las rutinas diarias. Los niños tienen la libertad de elegir con qué jugar, cómo jugar y cuánto tiempo jugar. No hay reglas establecidas ni objetivos predefinidos. Es un espacio donde la imaginación y la creatividad fluyen sin límites. En este tipo de juego los niños fomentan su creatividad inventando sus propias historias y explorar diferentes posibilidades ya que desarrolla la autonomía propiciando que los niños tomen sus propias decisiones, aprendan a ser independientes y a confiar en sus propias capacidades.
Así mismo es importante que no olvidemos que la etapa de desarrollo de los pequeños influye en el tipo de juego que llevarán a cabo. Los bebés de cero a dos años exploran el mundo por medio de los sentidos por lo que les encanta tocar, meterse cosas a la boca, escuchar sonidos y observar las características de cada objeto por lo tanto es normal que comiencen a imitar los gestos y sonidos de las personas que los rodean. Lo que se recomienda en estas edades es ofrecer juguetes de diferentes texturas como pelotas suaves, sonajeros y cubos de tela. En edad preescolar lo que predomina es el uso de su imaginación por lo que el juego simbólico es fundamental para conocer la forma en la que nuestros pequeños perciben las cosas y cómo buscan representarlas. Las actividades que se recomiendan son las representaciones por medio del uso de disfraces, leer cuentos, materiales de construcción y dibujos.
En conclusión, el juego es una parte esencial del desarrollo infantil. Al fomentar el juego en los niños, estamos proporcionándoles las herramientas necesarias para convertirse en adultos felices, saludables y exitosos dotándolos de las bases necesarias para el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.